EL CALENTAMIENTO: CONTROVERSIAS
Karpovich recoge las siguientes opiniones (en contra y a favor) del calentamiento:
- Opiniones a favor.
Muchos deportistas e importantes fisiólogos no dudan que el calentamiento es necesario. Karpovich, en su libro “Fisiología de la actividad muscular”, lo considera conveniente, sobre todo en aquellas actividades que requieren un esfuerzo rápido y breve (saltos, lanzamientos y velocidad), en los que la musculatura es sometida a violentas tensiones. En ese sentido se inclinan también el polaco Malarcki, en su libro “Justificación fisiológica del calentamiento”, y Carlile, en su libro “Efectos del calentamiento preliminar”. Morehouse y Rash manifiestan que el riesgo de lesiones se reduce cuando el atleta ha realizado un calentamiento completo, lo cual aumenta la velocidad a la que puede reaccionar. Miller también considera el calentamiento favorable, considerando que los músculos antagonistas suelen desgarrarse a menudo por falta de calentamiento adecuado. Morgenegg así como Forbes, Van Juss y Phillip, han encontrado en el calentamiento una mejora en todo lo que concierne a los movimientos rápidos, lanzamientos, velocidad, saltos, etc. En relación con el fútbol específicamente considerado, el doctor ruso Masterovoy llevó a cabo una serie de investigaciones que justifican más que de sobra la necesidad de un calentamiento suficiente previo al partido. Afirma este autor que, en la acción de golpeo, la tensión de los músculos antagonistas (parte posterior del muslo) aumenta hasta diez veces o más por encima de lo normal en el momento del golpeo; de aquí la necesidad de un buen calentamiento previo de estos grupos musculares, en lo cual coincide con Miller.
- Opiniones en contra.
Hipple, en su libro “Calentamiento y fatiga en los escolares juniors”, y Macurdy (Efectos del esfuerzo sobre la presión arterial) han considerado el calentamiento innecesario o al menos no fundamental. Autores como Skubic y Hodgkins han encontrado que el calentamiento no tenía influencia mesurable sobre la velocidad ni se producían accidentes si no se hacía. Estas mismas opiniones han experimentado Sedgwick, Whalen, Snyder y Mattew, que han encontrado que el calentamiento no mejoraba el rendimiento sobre 400 metros y que la diatermia no tenía efectos sobre la resistencia y reducía ligeramente la fuerza. Algunos autores, como Thompson y De Uries, han encontrado que algunos ejercicios de calentamiento que pueden ser favorables para un tipo de actividad pueden ser perjudiciales para otros.
Ateniéndonos a estudios realizados y según cita el D. Lamb en su libro “Fisiología del Ejercicio”, se ha demostrado que comenzar una actividad física de una forma brusca, conlleva una disminución de la cantidad de sangre al corazón en los primeros momentos de la actividad, riesgo importante sobre todo para personas no acostumbradas al ejercicio.
Por el contrario, si iniciamos la actividad física mediante un calentamiento, conseguimos que todos nuestros sistemas (cardiocirculatorio, respiratorio, muscular, nervioso) comiencen a trabajar de forma progresiva, sin brusquedades, de tal forma que el corazón aumente sus pulsaciones paulatinamente, favoreciendo con ello un buen flujo de sangre al sistema circulatorio, el cual aportará al sistema muscular el suficiente oxigeno y materias nutritivas como para satisfacer la mayor demanda que le es requerida por haber aumentado la actividad. Así mismo, los músculos van a ir aumentando su temperatura favoreciendo con ello la contracción muscular. De igual manera, el sistema nervioso va adaptándose a un posterior esfuerzo, permitiendo al individuo una mejor concentración, disminuyendo su ansiedad, y preparándolo psicológicamente para ese posterior esfuerzo que ha de realizar.
Si no ofrecemos al organismo la posibilidad de que se acomode al esfuerzo intensificado a que va ser sometido, aparte de las posibles lesiones musculares, podría ocurrir que se presente un cansancio insuperable ya desde el inicio de la actividad a desarrollar.
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